Ubicada en un angosto valle entre los Parques Naturales de la Font Roja y de la sierra de Mariola, en pleno sistema montañoso alcoyano, Masía El Altet es ante todo una almazara familiar, una finca rústica que se extiende sobre una superficie de 70 hectáreas en el interior de la provincia de Alicante.
Sus más de 14.000 olivos, situados a una altitud de 850 m y una distancia de 30 km en línea recta al Mediterráneo, comparten entorno con bosques de pinos, sabinas rastreras, enebros espinosos… y suelos alfombrados con hasta 1.200 variedades de plantas medicinales y aromáticas. Un paraje idílico, muy alejado de las típicas estampas de arenas doradas de la zona.
La historia reciente de Masía El Altet se remonta a 1988, año en el que pasaba a manos de su actual propietario, Jorge Petit. Fue precisamente en esa época cuando en la finca, presidida por un imponente edificio del siglo XVII (cuya arquitectura está protegida por el Gobierno valenciano), se catalogaron hasta 2.000 olivos de las varietales autóctonas Genovesa, Blanqueta y Alfafarenca. A ellas se unieron poco después 3.000 árboles de Arbequina, 7.000 de Picual y 2.000 de Changlot Real, otra variedad autóctona.
Por su situación privilegiada, estos árboles reciben agua de las montañas circundantes que, a su vez, sirven de agentes protectores naturales tanto de la contaminación como de plagas y enfermedades, sin olvidar el uso de la tecnología más vanguardista, capaz de controlar la temperatura a un metro bajo tierra, donde se encuentran las raíces de los olivos, y recopilar los datos en un ordenador central. Cada variedad de aceituna se recoge en su momento óptimo de maduración y se traslada a la almazara, rápidamente y sin daño, donde se extraen los zumos con todas sus propiedades intactas mediante procedimientos mecánicos y a bajas temperaturas controladas. Esta casi “obsesión” por la temperatura de Masía El Altet también se aprecia en los depósitos de acero inoxidable en los que se almacena este zumo (muchos de ellos dotados con sistemas de refrigeración creados ad hoc) y en la bodega en la que se encuentran (climatizada en su interior).
La primera gran cosecha de Masía El Altet se obtuvo en el año 2005. Desde entonces, sus AOVES han sido merecedores en su conjunto de más de 600 galardones nacionales e internacionales.
Color: verde Intenso.
Aroma: se perciben notas con frutado medio alto de hierba fresca recién cortada, césped, alfalfa, trigo y cebada verde primavera, plátano verde, hojas de higuera, almendras verdes tendrales tanto en su corteza como en el incipiente fruto, mata de tomatera y tomate verde, manzana, impregnación de flores y plantas aromáticas de la sierra de Mariola, alcachofa.
En boca, tiene una entrada dulce y densa, con un picante y amargo muy equilibrado. Se perciben notas herbáceas, como las descritas anteriormente, de gran complejidad: plátano verde, alcachofa, tomate y tomatera, pencas recién cortadas, manzana reineta y otros muchos matices de secundaria percepción espontánea, con una gran persistencia.
Variedades: “coupage” de Genovesa, Blanqueta, Alfafarenca, Picual y Arbequina.