La familia Álvarez de Toledo ha sido propietaria de la finca Perales y ha producido aceite de oliva desde hace más de 500 años. Alrededor de 200 hectáreas de la finca están dedicadas al olivar y almazara.
Hace unos 35 años, el actual Marqués de Valdueza inició un ambicioso proceso de modernización y comenzó a reemplazar los antiguos olivos por otros de las variedades de arbequina, hojiblanca, picual y morisca. Esta última variedad se cultiva únicamente en una pequeña zona de Extremadura. Es una aceituna que tiene un escaso rendimiento y cuyo uso resulta caro, pero supone una fuente de sabor suave y persistente que llena la boca en la degustación.
La almazara, inaugurada en noviembre de 2004, fue levantada sobre un antiguo molino de 150 años, que a su vez fue erigido en una zona de producción de aceite que los romanos ocuparon hace 2.000 años. El terreno que actualmente conforma la finca del Marqués de Valdueza ha venido proporcionando un aceite de oliva realmente codiciado por césares, sultanes y reyes ininterrumpidamente durante dos milenios. La innovación e investigación son una constante en la finca, tanto en las técnicas agrícolas que son muy respetuosas con el medio ambiente, como en los sistemas de recolección y de extracción del zumo de aceituna en la almazara. Cuando en 2004 terminaron las obras de la nueva almazara, ésta fue considerada por medios nacionales e internacionales como una de las más modernas de Europa.
El control absoluto sobre el campo y la almazara, permite a la familia y a su equipo dar todos los pasos necesarios para buscar la excelencia buscada y tan reconocida por críticos gastronómicos, cocineros y clientes en los más de 30 países donde venden su aceite de oliva virgen extra.
La recolección suele iniciarse a principios de Noviembre. Las aceitunas se encuentran en su momento óptimo de maduración para conseguir un zumo con el sabor marcado, limpio, complejo y ante todo muy equilibrado que caracteriza al aceite de oliva virgen extra MARQUES DE VALDUEZA.
El aceite de oliva virgen extra Marqués de Valdueza presenta un frutado de aceituna verde de intensidad media-alta. Las notas más verdes las aportan la planta de tomate, los aromas herbáceos y de hoja de olivo, que se presentan en equilibrio junto al plátano y la almendra verde. También encontramos notas más sutiles que recuerdan a la alcachofa. A nivel gustativo, la primera sensación es dulce, seguida de un ligero amargor y con toque final de picante suave. Todo ello acompañado de las notas verdes que hemos encontrado anteriormente y que aportan al aceite frescura, elegancia y equilibrio.
