El pasado lunes, 12 de octubre, el restaurante L’Atelier Robuchon de Madrid acogió la presentación en sociedad de Masía El Altet y su Aceite de Oliva Virgen Extra High Quality como séptimo miembro de Grandes Pagos de Olivar. De esta manera, la almazara alicantina se une a Hacienda Queiles (Navarra), Aubocassa, (Mallorca) y Marqués de Griñón (Toledo) -socios fundadores de Grandes Pagos en 2005- y a Marqués de Valdueza (Badajoz), Castillo de Canena (Jaén) y Casas de Hualdo (Toledo), incorporados respectivamente en 2006, 2012 y 2019.
La cita,
a la que acudieron muchos de los rostros más importantes de la prensa
gastronómica y de estilo de vida de nuestro país, comenzó con una copa de
champán y la cálida de bienvenida de Francisco Vañó, presidente de Grandes Pagos
de Olivar, quien no dudó en asegurar que la incorporación de Masía El Altet como nuevo socio de
la agrupación sirve para que “desde hoy seamos más fuertes, más pujantes, más
complejos puesto que agregamos a una excelente empresa familiar ubicada en la Comunidad
Valencia y que completa el mapa ibérico de grandes zonas históricas productoras
de aceites de oliva”.
A continuación, Jorge Petit, propietario de Masía El Altet afirmó que pertenecer a Grandes Pagos de Olivar supone “un enriquecimiento agronómico y cultural, por el intercambio de experiencias y avances científicos entre socios” y, además, “la puesta en valor a nivel mundial de las cualidades gastronómicas, organolépticas y saludables del aceite de oliva virgen extra”.
El almuerzo, a cargo de Jorge González
(chef ejecutivo de Robuchon Madrid) y su equipo, consistió en un menú
degustación en el que cada plato estaba elaborado con uno de los AOVES que
forman parte de Grandes Pagos de Olivar. El ágape comenzó con una mini ensalada
de burrata, aguacate y coulis de tomate con Abbae de Queiles, seguido de tres
platos marinos: dorada en carpaccio con lima y pimienta de Espelette (Marqués
de Valdueza Coupage), bogavante gallego caramelizado con salsa Malabar y emulsión
de coco (Masía El Altet High Quality) y lomo de pez San Pedro sobre concasé de
tomate y cilantro (Marqués de Griñón Oleum Artis).
El clásico solomillo de ternera con el mítico puré de patata trufado de Robuchon se sirvió en esta ocasión con el AOVE mallorquín Aubocassa. Como broche final, dos postres. El primero, helado de aceite de oliva con toques de anís, tuvo como protagonista a Casas de Hualdo Reserva de Familia. El segundo, un delicado bizcocho de aceite de oliva con ganache de chocolate Guanaja salado se elaboró con Castillo de Canena Reserva Familiar Picual.
En sus 18
años de trayectoria, las marcas que componen Grandes Pagos de Olivar están
presentes en más de 60 mercados de internacionales y han contribuido a que
España sea hoy el mejor productor de AOVE del mundo, logrando que los
estándares de calidad de este producto se hayan multiplicado de una manera muy
consistente.